Ver una película que ya trae consigo su historia es difícil…. Se trata de ver algo sin que influyan las versiones anteriores lo cual se torna complejo cuando es una historia archiconocida…mas debo admitir que esta versión me encantó, es como ver la pre-cuela de algo, otra historia en el fondo, aunque con los mismos nombres de la historia ya conocida.
Y es que no solo este Robin tiene un sello especial por ser mas rudo y callado que el que conocemos de la leyenda del bosque, sino que se presenta como un héroe de circunstancias, no planeado, tampoco tan dadivoso, menos refinado, quizás es una historia mas real mas de acuerdo a lo que se vivía en aquel entonces lejos de romanticismos, poemas y flechas a diestra y siniestra.
El romance se presenta de forma subjetiva, un romance real que nace de circunstancias que involucran necesidades tan simples como complejas, de compañerismo y deseo.
La valentía aflora por necesidad, no se necesita ser el mejor con el arco y la flecha sino más bien ser certero en el momento en que se necesita.
Los hombres que le acompañan, amigos leales o quizás no tanto, más bien, unidos por un interés común en determinado momento.
Quizás esta película puede ser una buena analogía para cualquier otra historia de tipo personal… pues las leyendas cubren nuestra realidad y nos persiguen, se extienden en el tiempo y se le agregan matices que rayan en los mitos y fantasías, y aunque sabemos que nuestra realidad carece de tanto romance y de palabras rebuscadas a si como de instantes de película la leyenda nos gana sobretodo para los demás, trasciende a nuestra propia realidad, y allí estamos fantaseando de nuevo.
De mas esta decir que nuestra historia puede ser contada de varias formas o uno mismo volver a contarla de manera mas entretenida, pues los años que han pasado le dan un vigor especial a los personajes…este Robin no es joven y lady Marion tampoco doncella lo que torna la película en algo mas real y cercano a todo tiempo.