REMEMBER ME

Creo que el simple hecho de vivir es complejo, el solo instante en que se comienza a sentir…hay una edad en la que nos llenamos de información y otra, en la que nos internamos en nosotros a descubrirnos.
No me gustan las películas románticas, mas ésta es rara en cuanto a eso…el amor es parte de la historia no la historia en si…es el alivio quizás… lo que fluye sin romanticismos baratos.
Y es que el amor en términos generales se gesta como un ser especial, capaz de socorrer, de ver mas allá, de entender, que extiende su ayuda, que clama por soluciones que va contra todo con tal de reestablecer los sentimientos correctos en otros, que grita todo lo que siente y sin embargo no es escuchado.
Cuántas veces se desea desahogarse, ya sea destruyendo o destruyéndose uno mismo.
Y en un momento es asfixiante… conversaciones conocidas... entre cervezas y cigarrillos en todo momento, tratando de aliviar penas muertas, cosas que no me resultan ajenas…
Y hay cosas interesantes al momento en que te rindes ante la simple acción de querer, el modo, el detalle en que se comparte, en que se pide la comida, en que se charla a solas… cosas mas importantes que el sexo están presentes…es contener, aliviar, dejar dormir…
Y están los amigos... o quizás, uno solo, el que te entiende, que te quiere sacar a toda costa del pozo de nostalgia…
Y están los demás que han formado tu ser, tus características, tus virtudes y por sobretodo tus mas grandes trancas.
Y es que cuando sientes… seas hombre o mujer todo se desborda, una frase, un recuerdo, una acción, todo te hace vibrar, los sentidos se afinan, puedes percibir y todo tu cuerpo grita las cosas que guardas mas profundamente y ya no hay nada que te detenga y tus propios sentimientos, ni tu propia vida importan con tal de hacer reaccionar a quien se ha empeñado en mirarte como si no existieras a ese personaje que aunque no quieras ata todas tus historias.
En ocasiones creo que todas las historias las puedo hacer mías, por uno u otro detalle y aprendo y me reconozco y descubro que hay cosas que simplemente no pueden ser en este sistema en el que vivimos… porque hasta en lo mas profundo de los realizadores de historias de pantalla grande, creadores de libros, guionistas de historias imaginas o basadas en la realidades saben que nada, pero nada que sea bueno se logra sin un sacrificio… este mundo siempre reclama una vida.

KEMENTARIS

SOMOS LO QUE SOMOS POR CULPA DE NUESTROS PADRES.



Creo que las generaciones nos marcan... no por una cuestión de edad, sino mas bien por valores perdidos...no hablo de principios morales o similares sino mas bien de valores simples, como el de no comerce el último trozo de pastel...por pensar en los demás, o el de darce una ducha corta para no gastar tanto gas. Y es que pocos de los mas jóvenes saben lo que es una mesa al desayuno, solo de té y un pan...o esas largas caminatas por caminos de tierra hasta la escuela, pocos saben de los tediosos dias en que te llevaban a comprar el uniforme el cual era una o dos tallas mas grandes para que te durara, y ni hablar de los útiles escolares, impensable un cuaderno con espiral, eso era solo para universitarios, pocos saben lo que significa una "media suela" para tapar el hoyito en la planta del pie, pocos saben de que la camisa para la escuela la que debías lavar cada tarde para usarla al dia siguiente porque simplente tenías una.



El otro día de vuelta del trabajo ya de noche las luces del vehículo alumbraron a un hombre en bicicleta que pedaleaba lo mas rápido y apegado a la vereda posible, delante de él en el fierro que cruza la bicicleta un cojín de lana de esos de hartos colores que hacen las abuelas con restitos de lana y sobre el, una niña con su uniforme de colegio y delantal, no pude evitar recordarme a mi misma cuando mi padre iba por mi al colegio.



Y es que las cosas pequeñas en nuestra infancia nos hacen ser lo que somos ahora, jamás e tenido problemas de dinero siempre he sabido como manejarlo por el sencillo de talle de que siempre supe lo difícil que es ganarlo. Nunca pedí nada para mi, ni un juguete, ni una golosina, nada, todo lo que tuve fue lo que mis padres podían darme y jamás, pero jamás me senti menos por eso.



Recuerdo todos lo trabajos que mi padre realizó para llevar dinero a la casa, esos trabajos buenos, mediocres y malos y jamas se quejó, recuerdo a mi madre haciéndonos vestidos, sacando modelos de los "burda" cociendo hasta tarde por la noche...



Una de las cosas que mas vividamente recuerdo es el día en que mi padre nos construyó una litera. Desde que compró los materiales tardo todo el día, midió, cortó, ensamblo y vio cada detalle incluso la escalerita, no paró de trabajar hasta terminar, pues nosotras esperábamos a que la terminara y así fue, pasada la media noche ya dormíamos en la litera hecha por mi padre.



Cada ves que en mi casa se compró algo o se hizo algún arreglo, todos colaborábamos, pues era un bien de todos...



Cosas tontas... recuerdo el dia en que lloré porque se me rompió el patalón trepando una árbol... y es que era para llorar, sabía lo caros que habían costado, era el que me debia poner para salir... quien llora ahora por pantalones!!



Recuerdo... ya algo mayores con mi hermana... jejeje no eran buenos tiempos, los cuatro veníamos camino a casa y la verdad es que no habia nada mas para comer que arroz...bueno, peor era no tener nada... fue así como a saltos venía desde las parcelas por la calle de tierra en ese entonces, una camioneta hasta el tope con choclos recién cortados, entre tanto bache saltaron de la camioneta justo, pero justo, cuatro choclos que complementaron nuestro almuerzo del dia... cómo no íbamos a estar contentos.



Quizás ese es el punto... aprendí a ser feliz con lo mínimo a verle el lado positivo a las cosas a disfrutar los momentos dificiles por decirlo así, pues ahi es donde se pone a prueba la familia y es en ese instante donde se forjan las verdaderas personalidades. De la que hoy puedo dar prueba.

KEMENTARIS